La renovación demostró el potencial de los viejos edificios modernistas. Una casa del barrio de Żoliborz, en Varsovia, ha recibido un nuevo interior. Marta Matelier, que dirige el estudio Matelier Autorska Pracownia Architektury Wnętrz, es la responsable de su diseño
El edificio está situado en una de las calles del barrio antiguo de Żoliborz. Se trata de una arquitectura modesta y modernista cuyo punto fuerte son los detalles: la escalera semicircular que conduce a la terraza y las ventanas redondas. El edificio ha sido renovado gracias a sus nuevos propietarios. Se han conservado los muros de antes de la guerra del lado de la calle, que figuran en el registro del patrimonio. La revolución tuvo lugar en el interior
Todo en él se creó desde cero. Al principio del proyecto, la idea conceptual era conservar el espíritu del modernismo de los años 30 y, al mismo tiempo, romperlo con formas y detalles modernos “, explica el arquitecto
El corazón de los aficionados al diseño del viejo mundo empieza a latir más deprisa nada más cruzar el umbral. En el vestíbulo, el suelo llama la atención con sus alfombras de ramilletes clásicos dispuestas geométricamente. El mosaico, diseñado por Marta Matelier, cambia y se entrelaza con el suelo oscuro del salón. La zona de entrada cuenta con una lámpara moderna que rompe el ritmo de las otras fuentes de luz circulares, de forma ligeramente vintage
La zona de estar consta de un amplio salón con cocina americana, iluminado por una ventana circular. Detrás de las paredes correderas del salón hay un cerramiento de chimenea que oculta el home cinema. Cuando están cerradas, las puertas de piedra forman un panel armonioso y uniforme sobre la línea de la chimenea, lo que hace que estar en esta habitación resulte relajante
El interior también está adornado con arte. Aquí llama la atención un gran cuadro abstracto de más de dos metros de ancho. Sus formas geométricas y coloridas parecen impregnar el interior. El cuadro es obra de Marta Matelier, por lo que encaja perfectamente con la nueva disposición del espacio. Otro cuadro suyo se encuentra en el estudio de arriba. El minimalismo se ha conseguido en esta parte de la casa con una librería empotrada, cuyas puertas son de cristal estriado
La escalera causa una gran impresión. Su aspecto permite hacer un viaje mental al periodo de entreguerras. Una escalera de caracol que serpentea a lo largo de tres plantas con una fina balaustrada y la luz que entra por enormes ojos de buey forman el vibrante corazón del diseño. Este movimiento arquitectónico preserva el carácter histórico del interior y le infunde una modernidad inspirada en los pisos neoyorquinos
El dormitorio principal de los propietarios se encuentra en el piso superior. Desde la habitación se accede a un vestidor y a un cuarto de baño privado. Un segundo cuarto de baño está a disposición de los invitados. También aquí, el diseñador ha optado por una forma suave caldeada por elementos de madera
diseño: Matelier(www.matelier.com)
foto: Tom Kurek (www.tomkurek.co)
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