El diseño de interiores es una especie de arte. A menudo, incluso un pequeño cambio hábilmente planificado da como resultado una percepción visual completamente distinta del espacio. Hoy examinaremos cómo utilizar ingeniosos trucos de diseño para separar la cocina del salón. Si está planeando una sala de estar combinada con una cocina, siga leyendo.
Salón con cocina: ¿por qué separar las dos zonas?
Combinar la cocina con el salón en un solo espacio es hoy en día un estándar en la construcción moderna. En los nuevos diseños, cada vez es más raro encontrar cocinas encerradas en una habitación separada. Sin duda, esta solución tiene muchas ventajas: da la impresión de más espacio y facilita la comunicación. Sin embargo, a pesar de sus muchas ventajas, los interiores diáfanos también tienen algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta. La cocina y el salón combinados pueden resultar bastante caóticos y distraer la atención. Es difícil concentrarse o relajarse cuando se oye de fondo el ruido de la cocina y la limpieza. Decidir al menos una separación simbólica y visual entre las dos zonas te ayudará a organizar el espacio y crear una disposición armoniosa de la cocina y el salón. A continuación le ofrecemos algunos métodos de eficacia probada para separar la cocina del salón con poco esfuerzo y a bajo coste.
Isla, barra o mesa de cocina
Uno de los métodos más sencillos y funcionales de separar la cocina del salón es colocar una isla de cocina , una barra de bar o una mesa de comedor entre las dos habitaciones. Este tipo de elementos empotrados resultan estupendos como una especie de frontera, que separa de forma natural la zona de descanso de la de trabajo. De este modo, se crea una zona de comedor, que servirá de lugar de encuentro diario para los miembros de la casa.
La disposición concreta de dicho límite entre la cocina y el salón depende del tamaño, la distribución y el estilo del conjunto. Por supuesto, elementos fijos como una isla de cocina o una barra se planifican mejor durante la fase de decoración o renovación de la cocina. Una mesa con sillas te da un poco más de margen de maniobra. Recuerde también que el límite entre la cocina y el salón no debe bloquear la comunicación natural. Planifique estos elementos de modo que sea posible pasar cómodamente de una zona a otra.
Separa la cocina del salón con muebles: utiliza una cómoda, una librería o un sofá
Una forma sencilla y nada invasiva de dividir el espacio es utilizar muebles. Una cómoda, una cajonera, una librería o una estantería abierta por ambos lados son ideales para este fin. Estos muebles no cortan visualmente el espacio, sino que delimitan de forma natural las vías de comunicación entre la cocina y el salón y separan las dos zonas. Una función similar cumplirá un sofá o un sofá rinconero colocado de espaldas a la zona de la cocina.
Si quieres ir un paso más allá y crear una barrera más alta entre la cocina y el salón, utiliza una librería alta , un aparador o incluso armarios. Puedes encontrar varios tipos de armarios para el salón y más allá en: https://komfort.pl/k/szafy. Puedes construir la parte trasera del armario con, por ejemplo, paneles de pared o láminas paneladas. De este modo, el armario cumplirá una función similar a la de un tabique. Recuerda, sin embargo, que una solución así no funcionará en el caso de interiores pequeños. En un espacio reducido, un mueble grande entre el salón y la cocina sobrecargará todo el conjunto e introducirá un caos innecesario.
Pared laminada: una forma moderna de separar el salón de la cocina
Visualmente ligeros y relativamente fáciles de instalar, también puede crear una barrera entre la cocina y el salón con listones de madera o similares. Una pared calada de láminas no molesta en el espacio, pero al mismo tiempo permite separar zonas funcionales individuales. Las estructuras de láminas combinan a la perfección con muchos diseños de interiores modernos. Una pared de láminas en colores claros de madera natural encontrará su lugar en un salón boho, escandinavo, loft o industrial. En cambio, en un salón glamour o retro, las láminas blancas y negras son un acierto.
Dividir el espacio con colores y texturas
Los colores y las texturas son herramientas sutiles pero muy eficaces en manos de cualquier interiorista. Si no quieres o no puedes crear una barrera física que separe la cocina del salón, una alternativa es utilizar superficies, colores y texturas diferentes en las dos zonas. La solución más popular en esta categoría es utilizar dos tipos de suelo en la cocina y el salón. El estándar es, por ejemplo, baldosas en la cocina y paneles o tablas en el salón. Ésta es sólo una de las muchas opciones disponibles. Dos colores de pared diferentes también resaltarán ópticamente el límite de la zona. En la mayoría de los casos, sin embargo, no recomendamos crear un contraste demasiado fuerte. En un salón conectado con la cocina, es aconsejable que las dos zonas sean armoniosas y coherentes.
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