Impresionante. La Biblioteca Municipal de Pekín ha abierto

Se creó como una especie de manifiesto que se resiste a la tendencia de abandonar los libros en favor del consumo de contenidos digitales. La Biblioteca Municipal de Pekín es un proyecto del estudio Snøhetta.

La biblioteca se construyó en el distrito de Tongzhou. Su diseño fue seleccionado en un concurso internacional de arquitectura en 2018. Su construcción forma parte de un concepto más amplio para dotar al distrito de instalaciones cluturales de primera calidad.

Al diseñar el edificio, los arquitectos quisieron recuperar el sentido de la belleza de experimentar físicamente los libros. La lectura consciente, el paso de las páginas, el olor de la letra impresa… los libros siguen teniendo muchos aficionados en el mundo, y la biblioteca modernista pretende hacer más atractiva su lectura.

Es el amor de la gente por los libros lo que ha hecho que las bibliotecas sobrevivan a la era digital y les ha dado un nuevo potencial para aportar más a la ciudad y a su sociedad. Nos corresponde anosotros reinterpretar la relación entre cuerpo, mente y entorno para reavivar el placer de la lectura lejos de la pantalla, afirma Kjetil Trædal Thorsen, cofundador y socio de Snøhetta.

El papel que desempeñan las bibliotecas en la sociedad y el modo en que la gente las utiliza ha cambiado mucho. Ahora deben funcionar como espacios dinámicos para la interacción social y el intercambio de conocimientos, añade Robert Greenwood, socio y director para Asia-Pacífico del estudio de arquitectura Snøhetta.

Los arquitectos diseñaron el edificio para que fuera muy acristalado. Gracias a las paredes de cristal, se pretende que la naturaleza cercana impregne el interior y, mientras se está dentro, ofrezca atractivas vistas. En el centro del edificio hay un foro de 16 m de altura, desde el que se eleva una estructura escalonada. Su forma aerodinámica pretende asemejarse a un valle sinuoso y aludir al lecho del río Tonghui. De este modo, la forma se creó para servir de almacén de volúmenes y asientos.

La Biblioteca Municipal de Pekín también tiene salas de lectura semiprivadas y salas de reuniones. Las mesas se colocaron en secciones largas y planas sobre una estructura de madera.

El mencionado acristalamiento fue posible gracias a altas columnas que se conectan en elegantes paneles con forma de hojas de ginkgo. Se trata de una especie arbórea de casi 290 millones de años originaria de China. Superponiendo los paneles e instalando inserciones acristaladas, se creó un techo a modo de marquesina. De este modo, se garantiza un flujo óptimo de luz natural hacia el interior.

Se plantaron auténticos ginkgos en los lados norte y sur del edificio. Los arquitectos han dotado al edificio de soluciones respetuosas con el medio ambiente. El uso de componentes modulares redujo los residuos de producción. El original tejado se diseñó para recoger el agua de lluvia, que luego se utiliza para regar las plantas. También se instalaron paneles fotovoltaicos en el tejado.

fotos: Yumeng Zhu

diseño: Snøhetta

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