El concepto del proyecto de remodelación de un piso en una casa adosada de Praga, la primera construida en estilo funcionalista en la ciudad, se basaba en tres pilares: espacio, luminosidad y luz natural. En la primera fase de la modernización, realizada según el proyecto de la oficina Malfinio, el piso se limpió de todos los desafortunados vestigios del tiempo, incluidos los tabiques secundarios. El espacio comenzó entonces a “irradiar”. A raíz de esta fuerte impresión, nació la idea de conservar la sensación de vacío, o incluso de intensificarla. El proyecto se convirtió en una especie de pequeño laboratorio que exploraba los límites de las posibilidades materiales, la construcción de muebles y la durabilidad.
El arquitecto diseñó un gran mueble-bloque inusual, que impregnaba todo el piso y daba cabida a todo lo necesario: en la entrada se colocaron dos lavaderos y un armario. La estructura esconde espacios de almacenamiento tras sus ornamentados frentes, así como una cocina americana tras puertas dobles. También se han diseñado allí dos pequeños cuartos de baño. El resto del piso se dejó sencillo, completado únicamente con algunas instalaciones artísticas.
La fachada del bloque, de diseño inusual, se convirtió en un lienzo de gran formato, obra de la artista Klára Spišková. Su pintura de motivos abstractos contrasta con el fondo de paneles de MDF en bruto, dando al conjunto una energía única.
La decoración minimalista capta el antiguo espíritu del edificio modernista: predomina el blanco, casi de galería. El color que destaca de los tenues interiores es un sutil toque de rosa. Fluye por el espacio del piso, cambiando gradualmente y alcanzando su punto álgido en ambos extremos: en el salón, con sus sofás color frambuesa, y en el dormitorio, mezclándose con tonos albaricoque y carmesí vivo que aparecen en las cortinas. Tejidos de lino de distintos grados de rugosidad fluyen alrededor de la cama, separando la zona de descanso y refractando sutilmente la luz penetrante. La delicada expresión del dormitorio contrasta con las aristas de la luminaria y las fotografías de Beta Orten. El dormitorio también puede separarse del resto del espacio y cerrarse con un tabique móvil.
Los tonos suaves del rosa se yuxtaponen aquí con los metales utilizados en los elementos de gran escala. Este concepto de “suavidad y aspereza” se refleja tanto en el diseño general como en los detalles interiores. La paleta de colores se complementa aún más con los acabados de las habitaciones y el interior del bloque central. Los colores utilizados son más oscuros y tenues. El tono rojizo de los baños cambia a ladrillo o terracota, y la luz realza aún más su profundidad. El diseño hace hincapié en la unidad (espacial, material, cromática).
Estudio: Malfinio
Diseñadora: Martina Homolková
Ubicación del proyecto: Praga, República Checa
Año de finalización: 2023
Superficie bruta: 135 m2
Fotógrafo: BoysPlayNice
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