Tiene una forma sencilla y numerosos acristalamientos que enmarcan las vistas de la vegetación. La casa de verano fue diseñada por el arquitecto Mateo Gagliardo, que soñaba con poseer un edificio atractivo fuera de la ciudad.
El edificio está situado en un rincón verde a orillas del río Paraná, en la provincia de Entre Ríos (Argentina). En la zona hay numerosos humedales y las inundaciones son frecuentes. La gran cantidad de agua hace que la vegetación se desarrolle intensamente aquí. Al mismo tiempo, las inundaciones periódicas plantean el riesgo de anegar los edificios existentes. Para remediarlo, el arquitecto decidió asentar la casa de verano sobre una pequeña colina y colocar la parte que sobresale sobre pilotes.
El resultado es una casa como un cubo con un agujero en el centro. En la parte central, el arquitecto diseñó una terraza cubierta, situada entre la zona privada con el dormitorio y las zonas sociales. Es un punto de encuentro desde el que se ve claramente el paisaje.
El moderno edificio tiene una fachada de paneles metálicos. En la zona del dormitorio, las paredes se han acristalado al máximo. Esta parte de la casa se ha levantado sobre pilotes. El interior presenta una gama de colores cálidos y los suelos, paredes y techos están decorados con elementos de madera.
Cabe destacar que el edificio es autosuficiente energéticamente. No está conectado a ninguna red de servicios externa, por lo que el arquitecto tiene que depender de la electricidad generada por paneles fotovoltaicos cuando se aloja aquí. El agua se obtiene del río, se trata y se clora, y luego se utiliza para uso doméstico. Las aguas residuales, por su parte, se tratan con ayuda de la llamada tecnología biodigestora, que las convierte en materia orgánica y no daña el medio ambiente.
El edificio tiene una superficie total de 154 metros cuadrados.
fotos: Ramiro Sosa
diseño: Mateo Gagliardo
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